
El caldo de pollo es una receta clásica y reconfortante que se puede disfrutar en cualquier época del año. Es un plato versátil que se puede servir como base para sopas, guisos o simplemente como un caldo reconfortante por sí solo. En este artículo, te enseñaremos cómo preparar un delicioso caldo de pollo casero, lleno de sabor y nutrientes.
El caldo de pollo casero es una excelente manera de aprovechar al máximo los restos de pollo, ya sea de un pollo asado o de unas pechugas de pollo que hayas cocinado previamente. Además, es una opción mucho más saludable que los caldos enlatados o en cubitos, ya que puedes controlar los ingredientes y la cantidad de sal que agregas.
Tiempo de cocción y porciones
El tiempo de cocción para preparar el caldo de pollo casero es de aproximadamente 1 hora y 30 minutos. Esto incluye el tiempo de cocción inicial del pollo y luego el tiempo de cocción del caldo con los demás ingredientes. Esta receta rinde aproximadamente 6 porciones.
Ingredientes
- 1 pollo entero (o restos de pollo)
- 2 litros de agua
- 2 cucharaditas de sal
- 1 cebolla, pelada y cortada en cuartos
- 2 dientes de ajo, pelados y machacados
- 2 tallos de apio, cortados en trozos grandes
- 2 zanahorias, peladas y cortadas en rodajas
- 1 ramita de cilantro
Preparación
Paso 1: Cocinar el pollo
En una olla grande, agrega el pollo entero (o los restos de pollo) y cubre con los 2 litros de agua. Añade la sal y lleva la olla a fuego medio-alto hasta que el agua comience a hervir.
Una vez que el agua esté hirviendo, reduce el fuego a medio-bajo y cocina el pollo durante aproximadamente 30 minutos. Esto asegurará que el pollo esté bien cocido y que el caldo tenga un sabor más intenso.
Paso 2: Remover la espuma
A medida que el pollo se cocina, se formará espuma en la superficie del agua. Utiliza una cuchara o una espumadera para remover la espuma y desecharla. Esto ayudará a que el caldo quede más limpio y sin impurezas.
Paso 3: Agregar cebolla, ajo y apio
Una vez que hayas removido la espuma, agrega la cebolla, el ajo y el apio a la olla. Corta la cebolla en cuartos y machaca los dientes de ajo para liberar su sabor. Los tallos de apio se pueden cortar en trozos grandes.
Cubre parcialmente la olla y continúa cocinando a fuego medio-bajo durante otros 30 minutos. Esto permitirá que los sabores de la cebolla, el ajo y el apio se infundan en el caldo.
Paso 4: Cocinar a fuego lento
Después de los 30 minutos, reduce aún más el fuego a bajo y continúa cocinando el caldo durante otros 30 minutos. Cocinar a fuego lento permitirá que los sabores se desarrollen aún más y que el caldo adquiera una textura más rica.
Paso 5: Agregar zanahorias y cilantro
Después de los 30 minutos de cocción a fuego lento, agrega las zanahorias cortadas en rodajas y la ramita de cilantro a la olla. Las zanahorias agregarán un toque de dulzura al caldo y el cilantro le dará un sabor fresco y herbáceo.
Cubre la olla parcialmente nuevamente y continúa cocinando durante otros 10 minutos, o hasta que las zanahorias estén tiernas.
Paso 6: Verificar la cocción del pollo
En este punto, el pollo debería estar bien cocido y tierno. Para verificarlo, inserta un tenedor en la parte más gruesa del pollo y asegúrate de que los jugos salgan claros. Si el pollo aún no está cocido, continúa cocinando hasta que esté listo.
Paso 7: Continuar cocinando el caldo
Una vez que el pollo esté cocido, retíralo de la olla y colócalo en un recipiente aparte. Continúa cocinando el caldo durante otros 10 minutos para que los sabores se mezclen aún más.
Paso 8: Deshuesar o cortar el pollo
Una vez que el pollo esté lo suficientemente frío para manipularlo, puedes deshuesarlo o cortarlo en pedazos pequeños, según tus preferencias. Si prefieres un caldo con trozos de pollo, córtalo en cubitos. Si prefieres un caldo más limpio, deshuesa el pollo y desmenúzalo en pedazos más pequeños.
Paso 9: Partir las zanahorias
Retira las zanahorias del caldo y córtalas en cubos pequeños. Resérvalas para agregarlas al caldo más tarde.
Paso 10: Colar el caldo
Usando un colador fino, cuela el caldo para eliminar cualquier sólido y obtener un caldo limpio y claro. Desecha los sólidos, como la cebolla, el ajo, el apio y el cilantro.
Paso 11: Quitar el exceso de grasa
Una vez que hayas colado el caldo, es posible que veas una capa de grasa en la superficie. Para quitar el exceso de grasa, puedes dejar que el caldo repose durante unos minutos para que la grasa se separe y luego retirarla con una cuchara.
Paso 12: Calentar y ajustar la sal
Vuelve a colocar el caldo en la olla y caliéntalo a temperatura media-baja. Prueba el caldo y ajusta la sal según tus preferencias. Recuerda que es mejor agregar sal gradualmente y probar el caldo para evitar que quede demasiado salado.
Paso 13: Servir el caldo
Una vez que el caldo esté caliente y bien sazonado, estará listo para servir. Puedes servirlo solo como un caldo reconfortante o utilizarlo como base para sopas y guisos. Agrega los trozos de pollo y las zanahorias reservadas al caldo antes de servir.
Consejos y Variaciones
- Puedes agregar otros vegetales al caldo, como papas, pimientos o calabacines, para darle más sabor y textura.
- Si prefieres un caldo más claro, puedes omitir las zanahorias y el cilantro.
- Si quieres un caldo más concentrado, puedes cocinar el caldo durante más tiempo para reducir el líquido.
- Puedes agregar especias y hierbas adicionales, como laurel, tomillo o romero, para darle más sabor al caldo.
- Si no tienes tiempo para cocinar el caldo de pollo desde cero, puedes utilizar pollo precocido y simplemente agregarlo al caldo ya preparado.
Información Nutricional
- Calorías: 150 por porción
- Grasas: 5g
- Carbohidratos: 10g
- Proteínas: 15g
- Fibra: 2g
El caldo de pollo casero es una excelente fuente de proteínas y nutrientes esenciales. Es bajo en calorías y grasas, lo que lo convierte en una opción saludable para incluir en tu dieta. Además, el caldo de pollo es conocido por sus propiedades reconfortantes y su capacidad para aliviar los síntomas del resfriado y la gripe.
El caldo de pollo casero es una receta fácil de preparar y llena de sabor. Puedes disfrutarlo solo o utilizarlo como base para otras recetas. Además, puedes personalizarlo según tus preferencias agregando diferentes vegetales y especias. ¡No dudes en probar esta deliciosa receta y disfrutar de todos sus beneficios para la salud!
¡Esperamos que esta receta de caldo de pollo casero sea de tu agrado y que puedas disfrutar de su sabor reconfortante en cualquier momento del año!