
La leche frita es un postre tradicional español que se caracteriza por su textura cremosa por dentro y crujiente por fuera. Es una receta muy fácil de preparar y requiere ingredientes básicos que seguramente ya tienes en tu despensa. En este artículo te enseñaremos paso a paso cómo preparar leche frita para que puedas disfrutar de este delicioso postre en casa.
La leche frita es un postre muy popular en España, especialmente durante la Semana Santa. Se cree que su origen se remonta a la Edad Media, cuando los monjes de los conventos españoles utilizaban la leche sobrante para preparar este dulce. A lo largo de los años, la receta ha evolucionado y se ha convertido en un clásico de la cocina española.
Ingredientes
- Leche: 500 ml
- Azúcar: 100 g
- Harina de trigo: 100 g
- Canela en rama: 1 unidad
- Cáscara de limón: 1 unidad
- Huevos: 2 unidades
- Aceite vegetal: para freír
- Azúcar glas: para decorar (opcional)
Preparación
1. Calentar la leche con la canela y la cáscara de limón
En una cacerola, vierte la leche y agrega la canela en rama y la cáscara de limón. Calienta la leche a fuego medio-alto hasta que comience a hervir. Luego, reduce el fuego y deja que la leche se infusione durante unos 10 minutos. Esto le dará un delicioso sabor a canela y limón a la leche.
2. En un bol aparte, mezclar el azúcar y la harina
En un bol grande, mezcla el azúcar y la harina de trigo. Asegúrate de tamizar la harina para evitar grumos. Mezcla bien los ingredientes secos para asegurarte de que estén completamente integrados.
3. Añadir los huevos a la mezcla de azúcar y harina y batir bien
Casca los huevos en un bol aparte y bátelos ligeramente con un tenedor. Luego, vierte los huevos batidos en la mezcla de azúcar y harina. Bate todo junto hasta obtener una masa homogénea. La masa debe tener una consistencia similar a la de un flan.
4. Retirar la canela y la cáscara de limón de la leche caliente
Una vez que la leche haya terminado de infusionar, retira la canela en rama y la cáscara de limón. Puedes usar una cuchara o un colador para hacerlo. Asegúrate de eliminar todos los restos de canela y limón para obtener una leche limpia.
5. Verter la leche caliente sobre la mezcla de azúcar, harina y huevos, removiendo constantemente
Poco a poco, vierte la leche caliente sobre la mezcla de azúcar, harina y huevos. Es importante que lo hagas lentamente y mientras remueves constantemente para evitar que los huevos se cuajen. Continúa removiendo hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados.
6. Volver a poner la mezcla en el fuego y cocinar a fuego lento hasta que espese
Vuelve a poner la mezcla en la cacerola y caliéntala a fuego medio-bajo. Cocina la mezcla, removiendo constantemente, hasta que espese y adquiera una consistencia similar a la de una crema pastelera. Esto puede llevar unos 10-15 minutos. Ten cuidado de no cocinarla en exceso, ya que se volverá demasiado espesa.
7. Verter la mezcla en un molde rectangular y dejar enfriar
Una vez que la mezcla haya espesado, viértela en un molde rectangular previamente engrasado. Extiende la mezcla de manera uniforme para que tenga un grosor de aproximadamente 1-2 centímetros. Deja que la mezcla se enfríe a temperatura ambiente durante unos 30 minutos.
8. Cortar la masa en cuadrados o rectángulos
Una vez que la mezcla esté completamente fría, córtala en cuadrados o rectángulos del tamaño que desees. Puedes utilizar un cuchillo afilado o un cortador de galletas para hacerlo. Asegúrate de que los trozos sean del mismo tamaño para que se cocinen de manera uniforme.
9. Calentar el aceite en una sartén y freír los trozos de masa hasta que estén dorados por ambos lados
En una sartén grande, calienta suficiente aceite vegetal para cubrir los trozos de masa. El aceite debe estar caliente pero no demasiado caliente. Para comprobar la temperatura, puedes añadir un trozo de masa y ver si se dora rápidamente. Fríe los trozos de masa en lotes, asegurándote de que estén dorados por ambos lados. Esto tomará aproximadamente 2-3 minutos por cada lado.
10. Retirar del aceite y escurrir sobre papel absorbente
Una vez que los trozos de masa estén dorados, retíralos del aceite con una espumadera y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Esto ayudará a que la leche frita quede crujiente por fuera y suave por dentro.
11. Espolvorear con azúcar glas (opcional) antes de servir
Si lo deseas, puedes espolvorear los trozos de leche frita con azúcar glas antes de servir. Esto le dará un toque extra de dulzura y un aspecto más elegante. Sirve la leche frita caliente o a temperatura ambiente y disfruta de este delicioso postre español.
Consejos y Variaciones
– Puedes añadir un poco de ralladura de limón a la masa para darle un sabor más intenso.
– Si prefieres una leche frita más ligera, puedes utilizar leche desnatada en lugar de leche entera.
– Puedes añadir un poco de vainilla o extracto de vainilla a la mezcla para darle un sabor extra.
– Si no tienes canela en rama, puedes utilizar canela en polvo. Añádela a la mezcla de azúcar y harina en lugar de infusionarla en la leche.
Información Nutricional
- Calorías: 250 por porción
- Grasas: 10 g
- Carbohidratos: 35 g
- Proteínas: 6 g
- Azúcar: 20 g
- Fibra: 1 g
La leche frita es un postre delicioso y reconfortante que puedes disfrutar en cualquier ocasión. Además de su sabor delicioso, la leche frita también tiene algunos beneficios para la salud. La leche es una excelente fuente de calcio y proteínas, lo que la convierte en un postre nutritivo. Sin embargo, es importante consumirla con moderación debido a su contenido de azúcar y grasa.
Esperamos que esta receta te haya inspirado a preparar leche frita en casa. ¡Disfruta de este delicioso postre español y sorprende a tus seres queridos con tus habilidades culinarias!
¡Buen provecho!