
La mermelada de kiwi es una deliciosa opción para disfrutar en el desayuno o la merienda. Su sabor dulce y ácido, junto con su textura suave y untuosa, la convierten en una elección perfecta para untar en pan, galletas o incluso para acompañar quesos. Además, el kiwi es una fruta muy saludable, rica en vitamina C, fibra y antioxidantes, por lo que esta mermelada también es una opción nutritiva.
Si te preguntas cómo preparar mermelada de kiwi, estás en el lugar correcto. En este artículo te explicaremos paso a paso cómo hacer esta deliciosa mermelada casera. No te preocupes si no tienes experiencia en la cocina, esta receta es muy sencilla y no requiere de ingredientes complicados. ¡Vamos a empezar!
Ingredientes
- 1 kg de kiwis maduros
- 500 g de azúcar
- El zumo de 1 limón
- Agar-agar (opcional)
Preparación
Paso 1: Pelar y trocear los kiwis
Comienza pelando los kiwis y cortándolos en trozos pequeños. Puedes utilizar un cuchillo afilado para pelar la fruta y luego cortarla en rodajas o en cubos, según tu preferencia. Asegúrate de retirar cualquier parte dura o fibrosa que pueda haber en el centro de los kiwis.
Paso 2: Colocar los kiwis en una olla o cazuela
Una vez que hayas pelado y troceado los kiwis, colócalos en una olla o cazuela grande. Es importante elegir un recipiente lo suficientemente grande para que los kiwis tengan espacio para cocinarse y liberar su jugo.
Paso 3: Regar con zumo de limón y cubrir con azúcar
Exprime el zumo de un limón y viértelo sobre los kiwis en la olla. Luego, espolvorea el azúcar sobre los kiwis. La cantidad de azúcar puede variar según tu preferencia de dulzor, pero generalmente se utiliza alrededor de 500 g para 1 kg de kiwis.
Paso 4: Mezclar bien y dejar reposar al menos dos horas
Con una cuchara de madera o una espátula, mezcla bien los kiwis, el zumo de limón y el azúcar hasta que estén bien combinados. Luego, cubre la olla con un paño limpio y deja reposar la mezcla durante al menos dos horas. Este paso es importante para que los kiwis liberen su jugo y se mezclen con el azúcar, creando una base dulce para la mermelada.
Paso 5: Llevar la cazuela al fuego y llevar a ebullición
Una vez que los kiwis hayan reposado, coloca la olla en el fuego a temperatura media-alta. Lleva la mezcla de kiwis, limón y azúcar a ebullición, removiendo de vez en cuando para evitar que se pegue en el fondo de la olla.
Paso 6: Cocer a fuego lento, removiendo de vez en cuando
Una vez que la mezcla haya alcanzado el punto de ebullición, reduce el fuego a temperatura baja y continúa cocinando la mermelada a fuego lento. Es importante remover de vez en cuando para evitar que se forme una capa en la superficie y para asegurarte de que la mermelada se cocine de manera uniforme.
Paso 7: Retirar la espuma que pueda soltar la mermelada
A medida que la mermelada se cocina, es posible que suelte espuma en la superficie. Utiliza una cuchara o una espumadera para retirar esta espuma y desecharla. Esto ayudará a que la mermelada tenga una textura más suave y sin impurezas.
Paso 8: Comprobar el punto de la mermelada hasta conseguir el espesor deseado
Para comprobar si la mermelada ha alcanzado el punto adecuado de espesor, puedes hacer una prueba de consistencia. Toma una cucharada pequeña de mermelada y colócala en un plato frío. Deja que se enfríe durante unos segundos y luego pasa el dedo por el centro. Si la mermelada se arruga y no se desliza, ha alcanzado el punto adecuado. Si aún está líquida, continúa cocinando la mermelada y repite la prueba cada pocos minutos hasta obtener el espesor deseado.
Paso 9: Añadir agar-agar al final de la cocción para obtener una textura más espesa (opcional)
Si deseas que tu mermelada tenga una textura más espesa, puedes añadir agar-agar al final de la cocción. El agar-agar es un gelificante natural que se utiliza como alternativa a la gelatina animal. Sigue las instrucciones del fabricante para añadir la cantidad adecuada de agar-agar a tu mermelada y remueve bien para que se disuelva por completo.
Paso 10: Preparar los tarros esterilizándolos en el horno a 180ºC
Mientras la mermelada se cocina, es importante preparar los tarros en los que la vas a envasar. Lávalos bien con agua caliente y jabón y luego esterilízalos en el horno precalentado a 180ºC durante unos 10 minutos. Esto ayudará a asegurar que los tarros estén limpios y libres de bacterias antes de llenarlos con la mermelada caliente.
Paso 11: Hervir las tapas de los tarros en agua
Además de esterilizar los tarros, también debes hervir las tapas en agua durante unos minutos para asegurarte de que estén limpias y sellen correctamente los tarros.
Paso 12: Envasar la mermelada en los tarros calientes, llenándolos hasta el borde
Una vez que la mermelada haya alcanzado el punto de espesor deseado, retira la olla del fuego y comienza a envasar la mermelada en los tarros calientes. Utiliza un cucharón o una jarra para llenar los tarros hasta el borde, dejando un pequeño espacio libre en la parte superior para permitir la expansión durante el enfriado.
Paso 13: Limpiar la rosca, cerrar bien y poner boca abajo
Antes de cerrar los tarros, asegúrate de limpiar bien la rosca y los bordes para eliminar cualquier residuo de mermelada que pueda dificultar el sellado. Luego, cierra bien los tarros con las tapas y colócalos boca abajo. Esto ayudará a crear un efecto de vacío que ayudará a conservar la mermelada por más tiempo.
Paso 14: Dejar enfriar para que se haga el efecto vacío
Deja que los tarros se enfríen completamente a temperatura ambiente. A medida que se enfríen, podrás escuchar un «pop» a medida que el vacío se forma y las tapas se sellan. Esto es una señal de que la mermelada está bien conservada y lista para almacenar.
Paso 15: Guardar en la nevera o esterilizar hirviendo los tarros cubiertos de agua
Una vez que los tarros estén completamente fríos, puedes guardar la mermelada en la nevera para consumirla en un corto plazo. Si deseas conservar la mermelada por más tiempo, puedes esterilizar los tarros sumergiéndolos en agua hirviendo durante unos minutos. Asegúrate de que los tarros estén completamente cubiertos de agua y luego retíralos y déjalos enfriar antes de almacenarlos en un lugar fresco y oscuro.
Consejos y Variaciones
- Puedes añadir otros ingredientes a tu mermelada de kiwi, como jengibre rallado, canela o incluso chiles picantes, para darle un toque de sabor extra.
- Si prefieres una mermelada más suave, puedes utilizar una batidora de mano o un procesador de alimentos para triturar los kiwis antes de cocinarlos.
- Si no tienes agar-agar, puedes utilizar gelatina en polvo sin sabor como alternativa.
- Recuerda que la mermelada se espesará aún más a medida que se enfríe, así que tenlo en cuenta al comprobar el punto de espesor.
Información Nutricional
- Porción: 1 cucharada (20 g)
- Calorías: 40
- Grasas: 0 g
- Carbohidratos: 10 g
- Azúcares: 9 g
- Fibra: 1 g
- Proteínas: 0 g
- Vitamina C: 40% de la ingesta diaria recomendada
La mermelada de kiwi es una opción deliciosa y saludable para disfrutar en el desayuno o la merienda. Con unos pocos ingredientes y siguiendo estos sencillos pasos, podrás preparar tu propia mermelada casera y disfrutar de su sabor fresco y natural. Además, al hacerla en casa, puedes controlar la cantidad de azúcar y añadir tus propios ingredientes para personalizarla a tu gusto. ¡No dudes en probar esta receta y sorprender a tus seres queridos con una mermelada casera llena de sabor y nutrientes!
¡Esperamos que esta receta te haya sido útil y que disfrutes de tu mermelada de kiwi casera!